Sin salirte de nuestro entorno inmediato: la bella ciudad de Cangas de Onís, puedes disfrutar de su hermoso casco urbano, de su gran oferta gastrónomica y de deporte de aventura o de su popular mercado dominical. Te hallas a escasos kilómetros de magníficas excursiones como la basílica de Covadonga o la subida a los Lagos de Covadonga. También puedes adentrarte en los Picos de Europa y practicar un sinfín de rutas de senderismo. A menos de 30 minutos en automóvil, puedes disfrutar de las villas marineras de Llanes y Ribadesella, y de decenas de playas de la costa oriental de Asturias.
El entorno
Descubre todos los atractivos de la zona
El Oriente de Asturias te ofrece un montón de parajes singulares.
Cangas de Onís: información básica
Qué ver y hacer, rutas, dónde dormir y comer...
Cangas de Onís Asturias
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Mercado dominical Cangas de Onís
Mercado dominical Cangas de Onís
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Mercado dominical Cangas de Onís
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Cangas de Onís es un lugar emblemático del Principado. Es famosa por su puente romano perfectamente conservado y por albergar la Batalla de Covadonga en el año 722, que surge como primer foco de resistencia a la invasión musulmana. Esta batalla, ganada por Pelayo, inicia la Reconquista y habilita la instauración del reino astur, con sede en Cangas de Onís.
En la actualidad se ha convertido en un importante centro de turismo, gracias a su belleza paisajística, su historia y arte, su gastronomía … fomentando sobre todo un turismo rural y activo en el que se puede conjugar caza, pesca, montañismo, deportes de aventura, etc.
Los núcleos principales de población son Covadonga, Villanueva, Corao, Labra, Tornín, Mestas de Con, Intriago, Zardón, Margolles y Triongo. Limita al norte con los concejos de Ribadesella y Parres, al sur con la provincia de León, al este con los concejos de Llanes y Onís y al oeste con Parres y Amieva.
Cómo llegar
Partiendo de Oviedo tomar la carretera nacional N-634 en dirección a Lieres. Continuar por la N-634 hasta llegar a Arriondas, en donde se encuentra el cruce con la carretera nacional N-625.Continuar por ella hasta llegar a Cangas de Onís.
Distancias
75 km. de Oviedo / 80 km. de Gijón / 100 km. de Avilés / 49 km. de Llanes / 79 km. de Mieres / 178 km. de Navia.
Historia
En el concejo hubo marcados asentamientos paleolíticos. En arte rupestre destacan las cuevas del Buxu, los Azules y la de la Güelga. Existen también buenas muestras de la romanización en la zona, cuyo emblema es el puente romano ubicado en la misma Cangas de Onís.
En el siglo VIII se inicia la Reconquista del territorio español desde esta localidad. El monasterio de San Pedro de Villanueva y el templo de Covadonga se atribuyen al reinado de Alfonso I.
En 1374 una cláusula del testamento de Enrique II ya denomina al concejo como Cangas de Onís. Cabe destacar el desastre acaecido sobre el santuario de Santa María de Covadonga el 17 de octubre de 1777, fecha en la que un incendio en la cueva causa enormes pérdidas. Gracias a los reyes Carlos III y Carlos IV se pudo reconstruir completamente.
En 1808 la noticia de la invasión napoleónica originó un levantamiento popular en Cangas, formándose un ejército asturiano dividido en dos regimientos. En este siglo, hubo un gran fenómeno de emigración ultramarina, igual que ocurría en otros concejos de la región.
Al final del siglo XIX el concejo experimenta gran auge gracias sobre todo a una mejora en las comunicaciones.
El siglo XX comienza con dos hechos importantes para Cangas de Onís, la concesión de título de ciudad por una parte y la creación del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga por otra.
Durante la Guerra Civil la ciudad fue bombardeada y ocupada, sufrieron importantes daños la capilla de Santa Cruz, y también Covadonga. Durante este período la imagen de la Virgen de Covadonga estuvo en París, trayéndola de nuevo a Covadonga una vez finalizada la guerra.
Qué ver
· Puente romano.
· Centro de Exhibición de Fauna Autóctona (Soto de Cangas).
· Monasterio de San Pedro (Villanueva).
Excursiones
· Ascensión al Pico del Arbolín.
· Excursión a la Vega de Orandi.
· Excursión a la Vega de Ario.
Fiestas
Cangas de Onís tiene un amplio repertorio de fiestas y ferias que se celebran por las distintas poblaciones del concejo. Destaca el amplio calendario de ferias y certámenes relacionados con la ganadería y agricultura.
Son de señalado interés las fiestas de San Antonio, celebradas en la capital en el mes de junio, y la fiesta del Pastor que tienen lugar en la misma Vega de Enol y que tiene lugar a finales del mes de julio. En Covadonga, el 8 de septiembre, se conmemora el Día de la Santina, que a su vez es fiesta regional.
Ferias y mercados
· Feria San Antón, 17 enero (Corao).
· Concurso de Lanar y Cabrío, 12 marzo (Cangas de Onís).
· Feria de Primavera, 23 abril (Cangas de Onís).
· Feriona de Corao, 26 mayo (Corao).
· Feria de Otoño, 12 octubre (Cangas de Onís).
· Muestra Raza Asturiana Montaña, 5 noviembre (Corao).
Festivales Gastronómicos
· Jornadas de la Carne de vaca Casina, variable en mayo o junio.
· Jornadas gastronómicas del Sella (salmón y productos de la huerta) en junio.
· Concurso exposición de quesos, 12 de octubre.
Oficina información de Incatur: C/ Jardines del Ayuntamiento, 1.
Casa de la Cultura: C/ La Cárcel, 13.
Ayuntamiento: Avda.de Covadonga s/n.
FUENTE: © asturias.com
Mercado dominical de Cangas de Onís
El mercau de Cangas
Mercado dominical Cangas de Onís
Mercado dominical Cangas de Onís
Mercado dominical Cangas de Onís
Mercado dominical Cangas de Onís
Mercado dominical Cangas de Onís
Mercado dominical Cangas de Onís
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Mercado dominical Cangas de Onís
Mercado dominical Cangas de Onís
Mercado dominical Cangas de Onís

































El mercado dominical de Cangas de Onís es el «zoco» más auténtico de la comarca oriental de Asturias. Jovellanos en sus «Diarios» describió este mercado de camino a Covadonga -descripción que podemos leer en una de las placas ubicadas en el recinto-: «A la feria en el campo de la iglesia; mucha concurrencia y mucho tráfico de géneros bastos; monteras en altos palos con garfios de las mismas ramas en que estaban colgadas; se venderán de trescientas a trescientas cincuenta; las gastan todas las mujeres; paños bastos; bayetones, bayetas, roquetes, lienzos pintados, guadañas y otros instrumentos rústicos; ollería, batería de cocina de cobre; tres plateros de cobre de Gijón; muchas tiendas al aire; cedazos, etcétera; mucha gente y mucho movimiento».
¿Dónde está ubicado el mercado?
En el mismo entorno del Palaciu Pintu, cercano a la parroquia, y especialmente entre los soportales, se sigue dando fama al mercado de Cangas a base de una afluencia de «mucha gente y mucho movimiento». También sigue dándose un abundante «tráfico de géneros», tal como describiera el ilustrado gijonés. Lo que ocurre es que los puestos de venta dedicados a abastecer los hogares preindustriales con mil útiles de uso cotidiano, se han especializado ahora en la vertiente comestible de la artesanía.
¿Qué comprar en Cangas de Onís?
Cientos de productos de la huerta y los pastos de Asturias se dan cita en Cangas todos los domingos. Se puede adquirir, a buen precio, los quesos artesanos de Cabrales, Gamoneu y Beyos, los más emblemáticos quizás de los Picos de Europa. Al lado de éstos, otros no menos importantes como todos los elaborados en Llanes (Pría, Vidiago, Porrúa…) y en el resto de los concejos Asturianos. Además encontraremos toda suerte de embutidos y carnes de la zona. El municipio es un gran productor de carnes de vacuno, de cerdo y de cordero y nos brinda embutidos tan sabrosos como el chorizo de jabalí o de ciervo. La cocina tradicional canguesa que se nutre de estos mismos ingredientes, es muy rica también por la variedad y calidad de los productos de su huerta. En el mercado estos productos son fáciles de encontrar: tomates, cebollas, pimientos, calabacines, ajos, fruta, lechugas, acelgas, fabes… Las señoras y señores de las aldeas «bajan» a Cangas a vender sus cosechas excelentes, productos hortícolas de los de toda la vida. También encontraremos mantequillas, miel, huevos de producción casera. Además de cestería tradicional, decoración y aperos de madera, pieles, cerámica…
En Cangas de Onís, el que vaya de compras hallará un auténtico paraíso de productos típicos. No en vano, la ciudad cuenta con la mayor oferta en calidad y precio de toda la provincia en este aspecto. Así que el domingo también puede ser un buen día para conocer la oferta integral de Cangas, pasear por sus calles históricas y rematar la mañana con un buena sidra, un buen vino o una suculenta comida.
Cangas de Onís es una de las grandes plazas hosteleras y gastronómicas de la comarca oriental. En sus platos las guarniciones se elaboran con la huerta propia, las carnes de montaña, productos de caza, de la pesca en el Sella… Y no faltan los postres como el helado de Peña Santa, el arroz con leche o los pasteles artesanos de la zona, muy rica en dulcería y, por consiguiente, bien surtida de confiterías.
Hablamos de una ciudad moderna, con una calle principal en la que se abren buenos hoteles y cafeterías. La proximidad a Covadonga la convierte en centro de turismo de excelencia, y su comercio, cuya esencia más notoria es su mercado tradicional, bien merecen una mañana de domingo para conocerlo.
FUENTE: © asturias.com
Descenso del Sella en Canoa
A bajar el Sella
Descenso del Sella en canoa
Descenso del Sella
Descenso del Sella
Fotos descenso del Sella
Descenso del Sella
Descenso del Sella en canoa
Descenso del Sella en canoa
Descenso del Sella en canoa
Descenso del Sella
Bajar el Sella en canoa
Bajar el Sella en canoa
Descenso del Sella
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Descenso del Sella
Descenso del Sella
Descenso del Sella en canoa
Descenso del Sella
Descenso del Sella Asturias
Descenso del Sella Asturias
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Descenso del Sella: Aventura Asturias
Descenso del Sella: Aventura Asturias
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Descenso del Sella: Turismo activo Asturias
Descenso del Sella: Turismo activo Asturias
Bajar el Sella en canoa
Descenso del Sella: Turismo activo Asturias
Descenso del Sella: Turismo activo Asturias




























Hacer el descenso del Sella en canoa resulta muy asequible al bolsillo y al estado de forma de cada cuál. Además están las motivaciones extras: disfrutar del paisaje, aprovechar para pegarse un chapuzón, improvisar un picnic fluvial o, si se quiere, tomárselo a pecho y buscar rivales que quieran bajar lo más rápido posible.
Precios del Descenso del Sella
El precio medio por persona oscila entre los 18 € y los 23 €, dependiendo de la época del año en el que nos encontremos. Bajar en grupo o reservar online suele conllevar un descuento en las tarifas de las empresas de deporte de aventura.
Ruta del Descenso del Sella
El Descenso dura entre 4 y 6 horas. Son 15 Km -entre el puente de Arriondas y la localidad de Llovio (Ribadesella)- de gran belleza.
El primer paso es acudir a las oficinas de estas empresas. En sus vestuarios nos cambiamos de ropa y nos aprovisionamos de las palas, la bolsa de comida, el agua y un bote estanco hermético para guardar todo aquello que decidamos que debe acompañarnos en la expedición. El bote también debe utilizarse para guardar los deshechos de nuestro viaje, contaminar el Sella no está permitido.
Una vez pertrechados los monitores nos esperan junto al río. Nos indican cómo debemos mover los remos para dirigir correctamente la canoa, y algunas otras cuestiones básicas como explicarnos que aún sabiendo nadar es muy importante llevar siempre puesto el chaleco salvavidas.
Cuando todo está preparado comienza la aventura … Poco a poco vamos aprendiendo a manejarnos con la canoa. Atravesamos el primer rápido: La Raíz. Es un rápido sencillo. Después llegará el rabión de la Remolina, la bifurcación y rabión de Fuentes, el remanso del Pozo del Arco, el rabión del Picu la Vieya… Llegamos a la altura de Toraño. En un remanso bajo el puente todo el mundo suele aprovechar para pegarse un chapuzón en aguas tranquilas y reponer fuerzas en las orillas.
La sobremesa no es excesiva y seguimos rumbo al mar Cantábrico. Al poco llegamos al Rabión del Diablo, uno de los puntos más espectaculares del río. El agua coge fuerza entre las rocas. No representa ningún peligro ya que el río no es muy profundo en esta zona, pero se debe llevar el chaleco puesto.
Después atravesaremos La Requexada, la recta más larga de nuestro recorrido, uno de los puntos privilegiados para seguir las evoluciones del Descenso Internacional. Alcanzaremos la presa de Santianes y volveremos a vibrar porque el río vuelve a encabritarse por un rato. Y poco a poco vamos llegando al final. En las orillas de Llovio los monitores esperan para recogernos y conducirnos de nuevo a los vestuarios.
El río Sella
El curso íntegro de este famoso río, de unos 60 kilómetros ha abierto en la naturaleza otras posibilidades de aventura. El paisaje en sus inmediaciones es muy apropiado para esto. En las zonas altas del río podremos disfrutar del barranquismo o la espeleología. Un poco más abajo, en Cangas de Onís, nos metemos de lleno en el paisaje de los Picos de Europa y sus posibilidades de rutas a pie o en 4 x 4; el curso del río en este tramo es más apropiado para el rafting. Más abajo aún, en Arriondas, si ya nos hemos subido a la canoa podemos empezar con el senderismo, recorriendo la impresionante Sierra del Sueve. En Ribadesella, ya en la costa, en plena ría del Sella deberíamos atrevernos con los deportes naúticos o subirnos a un quad o a un caballo; descubrir las rasas costeras, los valles y las sierras circundantes, las playas…
El río en muchas de sus zonas también es el más apropiado para el deporte de la pesca, y el salmón asturiano es uno de sus tesoros más codiciados.
Casi todo es posible en esta comarca privilegiada que el Sella decidió recorrer hace ya miles de años para ponérnoslo fácil y animarnos a hacer un poco de deporte.
FUENTE: © asturias.com
Clásica Cicloturista Lagos de Covadonga
Cicloturismo a tope
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La marcha cicloturista «Clásica Lagos de Covadonga» es uno de los eventos deportivos más sorprendentes del Cantábrico. Con casi 2.000 participantes, la serpiente es infinitamente multicolor, y tanto para participantes como para público asistente la jornada resulta gratificante a todos los niveles. Para unos, los que se suben a la bicicleta, supone la oportunidad única de enfrentarse a una de las pruebas más míticas del ciclismo. Para otros, el público, resulta una ocasión igualmente excepcional para presenciar un pelotón ininterrumpido, el más grande de España, que a lo largo de todo el día llena de color y esfuerzo multitudinario las carreteras comarcales del Oriente de Asturias.
Presenciar a dos millares de ciclistas en un continuo ir y venir es algo extraordinario. Los Lagos se convierten aquí en una cota mítica al alcance de los aficionados de la bici que llegan de toda España y del extranjero. Los más preparados emplearán menos tiempo, un gran parte casi todo el día, pero aquí lo importante es coronar y cumplir un sueño.
Se parte de Cangas de Onís, dirección Arriondas, y desde aquí se circula por la nacional 634 hasta Ribadesella Km. 23,5. A continuación la marcha sigue su curso por la As-263 dirección Llanes hasta llegar a la capital del municipio, Km. 51 de la prueba donde está localizado el primer avituallamiento para reponer fuerzas. Desde aquí por la LLN7 dirección Pancar, Parres y Alto de la Tornería km. 62,5. Este último es un puerto de tres kilómetros y medio, cuyos últimos dos tienen unos porcentajes de desnivel que alcanzan el 12%. Desde aquí viene un largo descenso de 9 Km, con curvas algo peligrosas hasta Huera de Mere, Km. 71,5. En esta población se enlaza con la carretera As-115 hasta el Alto de la Robellada Km. 78. Se gira a la derecha, carretera As-114, descenso de nuevo hasta Soto de Cangas Km. 93,8. Cruce por la carretera As-262 hasta Covadonga Km. 100 y Lagos de Covadonga donde se da por finalizada la prueba después de 112 kms de duro peladeo.
Una ruta que va del mar a la montaña y que está repleta de belleza. El esfuerzo queda sobradamente compensado con este paisaje, idóneo como el solo para la práctica del cicloturismo.
Una jornada en la que no faltarán los ánimos del público fiel a pie de carretera, ni las mil y una anécdotas en los distintos tramos, ni los avatares y crónicas particulares de los corredores, que pueden optar por tomárselo con calma y afrontar el recorrido en compañía de amigos, o bien luchar por la mejor clasificación, haciendo la goma en un continuado vaivén, quedando atrás para luego reincorporarse a un grupo más avanzado, descolgarse definitivamente o poner el turbo a la caza de los más fuertes. Y por el medio pajarillas y pájaras monumentales, y tramos para pedalear casi en solitario (aunque esto es imposible salvo para los que van a la cabeza), y falsos amagos, y cambios de ritmo y alguna broma entre medias si nuestros pulmones nos lo permiten. Alguien nos vacila al adelantarnos en la huesera, y lejos de ponernos nerviosos controlamos nuestras pulsaciones, pues aquí lo que menos importa es el podio. Sencillamente se trata de sentirnos bien en nuestro propio estado de forma, de hacer una buena etapa, de disfrutar con nuestro crono en singular, de ser los más regulares para nosotros mismos y ponerle cara de ciclista a la buena o a la mala climatología que nos depare este día señalado. Un día especial en el que hemos decidido poner a prueba nuestra capacidad de sufrimiento.
Para que la jornada sea extraordinaria, la organización pone todo de su parte y ofrece los mejores servicios a los cicloturistas. La seguridad vial está garantizada por la Guardia civil de Tráfico, tampoco falla la organización en los numerosos cruces e intersecciones en los que siempre hay personal cortando el tráfico y señalizando la ruta. No es menos esmerada la asistencia en carretera para los que pinchan o sufren cualquier imprevisto. Los avituallamientos son generosos. Y en último término las instalaciones en Cangas de Onís a disposición de los corredores una vez finalizada la prueba son dignas de una prueba profesional. No hay año que no se den cita renombrados ciclistas en el momento de la salida, ni se organice algún homenaje a nombres propios del ciclismo nacional. Por todo ello esta clásica de los Lagos de Covadonga es una de las marchas más consolidadas del panorama nacional.
FUENTE: © asturias.com
Aula del Reino de Asturias
Descubre la monarquía asturiana
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El aula, un equipamiento cultural que vislumbra grandes horizontes históricos, se ubica en la antigua iglesia de Cangas de Arriba y persigue un acercamiento panorámico y didáctico a la realidad histórica del Reino de Asturias. La visita supone en concreto un acercamiento al período comprendido entre los siglos VIII y X, a través de una serie de paneles explicativos y la muestra de reproducciones de objetos, imágenes y testimonios de la época, que nos muestran a las claras el alcance territorial y la influencia política del reino astur tras la retirada de los musulmanes.
Batalla de Covadonga
También podemos disfrutar de un ambicioso montaje audiovisual, centrado en la Batalla de Covadonga, que es capaz de situarnos ante los hechos históricos, generando sensaciones en los cinco sentidos. La instalación se refuerza con una iluminación y sonidos sorprendentes que ahondan en la recreación de la contienda. El completo audiovisual sirve de elemento de interpretación para un hecho histórico de tanto calado y con bastantes lagunas historiográficas. Desde que Asturias fuera escenario de la primera resistencia triunfante al poder islámico, Covadonga y el valle de Cangas de Onís han suscitado desde siempre la atención de gran número de estudiosos. Los datos científicos sobre Pelayo y los hechos acaecidos en Covadonga, son escasos, difuminados, contradictorios y no siempre fidedignos; si bien es indudable el peso de la batalla en la posterior Reconquista, así como la dinastía monárquica que a partir del siglo VIII se instala en el Principado.
La monarquía asturiana
Los monarcas asturianos trajeron reliquias de Tierra Santa, crearon y desarrollaron las iglesias prerrománicas y obras civiles que hoy son reconocidas como Patrimonio de la Humanidad, y promocionaron la realización de obras de arte como La Cruz de La Victoria, La Cruz de los Ángeles, el Arca de las Ágatas, etc. El líder indiscutible de esta saga fue Pelayo, que reina entre los años 722 y 737. Le sucede su hijo Favila que muere en una cacería, destrozado por un oso. Alfonso I, yerno de Pelayo, sube al trono después, 739-757, y fue quien mandó construir el primer Santuario en la Gruta de Covadonga. Sus conquistas llegaron desde la costa del Cantábrico hasta el Sur del río Duero. La línea sucesoria continuaría con Fruela I que fue asesinado. Tras él sube al trono Aurelio, luego el rey Silo que traslada la corte a Pravia. Mauregato reina entre 783-789 y le sucede Bermudo el Diácono, que traslada de nuevo la Corte a Cangas de Onís. Alfonso II «El Casto», traslada la corte a Oviedo y marca una época. Su largo reinado representa y consolida de forma definitiva el reino astur. Le sucede Ramiro I que prosigue la obra anterior. Después vendría Ordoño I quien establece uniones y alianzas con los mozárabes que seguían practicando el culto cristiano. Por último Alfonso III «el Magno» (866-910) fortalece el reino Astur-Leonés. A su muerte hay una crisis política, se traslada la corte a León y Asturias comienza su aislamiento durante todo el siglo X.
La relevancia de esta dinastía asturiana en la historia de España es notable, y de su nacimiento, esplendor y decadencia encontramos continuos datos y objetos en el interior de la iglesia que sirve de sede al Aula del Reino. Se puede descubrir en los paneles y los rastros arqueológicos la talla de los inmuebles reales, las fundaciones eclesiásticas documentadas, necrópolis y fortificaciones; batallas e incluso arquitectura rupestre de la zona.
El equipamiento cumple también la función de servir de interés a los más pequeños, que disponen a su antojo de distintas instalaciones interactivas para aprender jugando.
FUENTE: © asturias.com
Lagos de Covadonga
Disfrútalos en otoño sin aglomeraciones
Lagos de Covadonga fotos: al fondo Macizo Central
Lagos de Covadonga fotos
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Los Lagos de Covadonga
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Lagos de Covadonga fotos: Lago Enol
Lagos de Covadonga fotos: Vega de Enol
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Lagos de Covadonga fotos: Lago Bricial
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Lagos de Covadonga fotos: Majada de Fana
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Lago Ercina
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Fotos Lagos de Covadonga
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Lagos de Covadonga
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Nos sentimos como auténticos monarcas por un rato, preguntándonos cómo hemos llegado tan alto, por encima de las brumas y la nubes bajas, observando con detalle la ruta de locura por donde hemos ascendido. Y así, sentados en uno de los tronos panorámicos de Asturias, soñamos con ser ciclistas y ganar una de las etapas reina de La Vuelta a España. Con un día despejado divisamos el mar, y entremedias, y por todas partes, en un círculo vicioso de cumbres, vemos montañas y más montañas, de todos los tipos y calidades, y con un color dominante: el verde. El Mirador de la Reina nos anuncia la llegada del fin de etapa: Los Lagos. Pero aún queda camino, y en este trecho se encuentran los mayores precipicios.
El Lago Enol
Y eso es más o menos lo que nos encontramos en la cumbre. Vislumbramos una infinita majada con un lago enorme inserto en el paisaje. El agua hace más idílico el lugar. Es el primer lago, el Enol. Está allí abajo, sólo hay que dejarse llevar por la carretera. El lago se encuentra a 1070 metros de altitud y es de origen glaciar, al igual que el Lago y la cuenca del Ercina. Las aguas del Enol alcanzan los veintitrés metros de profundidad en la zona meridional. Durante unos cuantos meses la nieve se acumula en derredor. El agua fría es su esencia. Viene del ancestral hielo que cubría el lugar, muy anterior en el tiempo. El fue el encargado directo de escavar esta profunda cubeta entre el pico Mosquital (1.268 m.), la porra de Enol (1.274 m.) y el cerro Sahornín (1.183 m.). Un glaciar que se descolgaba de la mítica cumbre de Peña Santa a principios del Cuaternario -aunque según la leyenda el lago se formó por la lágrima de una mujer-. Como curiosidad, el Enol alberga una importante población de cangrejos de río. No hay que hacer muchos esfuerzos para verlos, la serenidad de las aguas no es un buen escondite. Las montañas que no dejan de verse se clonan ahora en su propio reflejo, y con un día despejado, todo se convierte en azul y verde doblemente. Por el medio, salpicando la vista, algún destello solar que parece salir de los riscos.
El Lago Ercina
Seguimos camino del Ercina, un poco más arriba, a dos kilómetros de distancia. Subimos hasta los 1108 metros de altitud. El lago, más pequeño que el primero, está menos empozado y las montañas se muestran a la vista más directamente. El agua deja paso a las cumbres del Cornión. En sus riberas crece una vegetación acuática que alimenta a toda una comunidad de aves, con especies como la focha, ánades azulones y cercetas. Su profundidad no supera los dos metros.
En las inmediaciones de los Lagos de Covadonga pueden verse cielos con abundantes aves, especialmente córvidos y rapaces. Tampoco resulta difícil ver águilas ratoneras y alimoches.
Desde los lagos se pueden iniciar numerosas rutas por los Picos de Europa, acercarse a los bosques de fresno y haya, praderas, majadas. O bien, para los más aventureros, rutas que se dirigen hacia alguno de los refugios próximos, para poder iniciar desde allí excursiones hacia la alta montaña. Entre las sendas a destacar están la que conduce a Vega Redonda y el Mirador de Ordiales desde el Lago Enol, y la de Vega de Ario desde el Ercina. También podemos subir a cumbres asequibles en pleno macizo central de los Picos de Europa, como el famoso Jultayu, desde el que distinguimos diminuta la senda de la ruta del Cares muy por debajo de nuestra posición.
Decir por último que Los Lagos guardan el secreto y la vida silenciosa de los pastores pero también sus manifestaciones de alegría. En verano (el 25 de Julio) son escenario de la Fiesta del Pastor, emblema festivo de esta comunidad de la Arcadia que esperábamos encontrar. De estas tierras y su cultura disfrutaremos doblemente ese día. Si luce el sol, mejor que mejor.
FUENTE: © asturias.com
Covadonga, el santuario de Asturias
Camino del cielo en Covadonga
Fotos Santuario Covadonga
Imágenes de Covadonga
Fotos santuario de Covadonga Asturias
Fotos Virgen de Covadonga
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Fotos de Covadonga
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Covadonga santuario de Asturias
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Fotos de Covadonga, santuario de Asturias
Covadonga santuario de Asturias
Virgen de Covadonga
Covadonga: el santuario de Asturias
Cómo llegar a Covadonga
Covadonga santuario de Asturias
Paisajes Covadonga
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Santuario de Covadonga Asturias
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Covadonga: santuario de Asturias
Fotos Cueva de Covadonga Asturias
Cueva de Covadonga: fotos Asturias
Fotos Virgen de Covadonga
Fotos Virgen de Covadonga Asturias
Fotos Virgen de Covadonga
Fotos Cueva Virgen de Covadonga

































Covadonga también tiene mucha altura histórica. Una de sus cotas más legendarias es una hazaña sin par, referente histórico de primera magnitud de la España remota. En este lugar, armados de piedras y poco más, las hordas territoriales iniciaron la Reconquista de la península y la constitución de todo un reino astur. Con Pelayo a la cabeza, los árabes se batieron en retirada, humillados. Cuenta la leyenda que los astures se ocultaron pacientemente en los recovecos de estas montañas esperando su oportunidad. En el año 722 saldrían de su escondrijo para verse las caras con su enemigo y triunfar finalmente en la que hoy conocemos como la Batalla de Covadonga. Las milicias autóctonas eran bastante menos numerosas que las de los «infieles». La victoria cobró tintes de epopeya y entró con nombre propio en los anales de la historia y en los capítulos de los libros de texto. Una escultura de Don Pelayo en las inmediaciones de la basílica, nos muestra un hombre firme y sereno, protagonista de una época.
La cueva de la Virgen de Covadonga
En nombre de la leyenda podemos seguir hablando de Covadonga. Cronistas antiguos sostuvieron que el culto a la Santina es más antiguo de lo que pueda parecer, y que ya en tiempos de Pelayo la Virgen estaba muy bien considerada e influyó decisivamente en la victoria cristiana. «Pequeñina y galana», como dice el cantar, tiene una cueva para ella sola desde entonces. Excavada en la roca es, sin duda, uno de los puntos más hermosos de Covadonga y a ella acuden unos cuantos miles de peregrinos anuales en busca de alguna gracia extra para sus vidas. Desde esta entraña católica, recogida e íntima, las oraciones cobran un mayor sentido que las cámaras fotográficas o la mirada turística, si bien también abundan en las inmediaciones.
A la cueva se puede acceder por una escalera de 101 peldaños en la que es habitual ver demostraciones de penitentes en cumplimiento de alguna promesa, muchos la suben de rodillas, rezando o besando el suelo, con velas encendidas o los brazos en cruz, unos dando gracias y otros rezando por una respuesta milagrosa de la Señora.
Etimológicamente Covadonga procede de la expresión latina ‘Cova dominica’ que significa «Cueva de la Señora». El 17 de octubre de 1777 el santuario quedaba prácticamente destruido debido a un gran incendio. La actual imagen de la Virgen, posterior a este incendio, es de rostro más apacible y gracioso que el anterior, según se dice. Está erguida sobre un pedestal de piedra, y su tamaño y delicadeza justifican que se la denomine cariñosamente «la Santina». Junto a su imagen descansan los huesos del Rey Pelayo y Alfonso I, y en el aire se respiran la admiración que dos Papas, Juan XXIII y Juan Pablo II, profesaron en sendas visitas al santuario asturiano.
De la inmensa roca, justo bajo la gruta de la Virgen, surge una impresionante catarata que forma en su caída una laguna en la que los visitantes deben cumplir el rito de arrojar una moneda. El destello del vil metal queda sin función lucrativa alguna, hundido como depósito sólo de deseos inmateriales. Otro de los ritos populares está asociado a la Fuente de los Siete Caños, que se encuentra también bajo la cueva y de la que se dice textualmente: «la Virxen de Covadonga, tien una fuente muy clara, la neña que de ella bebe, dentru del añu se casa». El que tenga prisa por contraer matrimonio ya sabe… que sacie su sed en Covadonga.
La basílica de Covadonga
Pasamos de la cueva divina a la arquitectura humana. La bella basílica de Covadonga se construyó entre los años 1877 y 1901. La desaparición de sus planos originales, posiblemente en el transcurso de la Guerra Civil, la dejó sin su original radiografía. Sin embargo, este monumento está considerado como uno de los mejores ejemplos de la arquitectura neorrománica de finales del siglo XIX. Hace poco celebraba su primer centenario altivamente, siempre erguida sobre el cerro del Cueto, en el borde de un abismo semicircular. El inmueble es visible desde todas partes y atrae las miradas como un poderoso imán de ojos humanos. En su interior se respira la calma esperada, y un órgano inmemorial suena en las alturas cuando toca ceremonia.
Hasta finales del siglo XIX el culto fue muy pobre; a Covadonga llegaban algunos peregrinos en el verano y sobre todo durante la Novena y fiesta de la Virgen el 8 de septiembre. El Santuario tenía malas comunicaciones, además los canónigos no residían allí sino que venían por turno a celebrar las misas. Hoy en día todo a cambiado. Un grupo nutrido de eclesiástico vela por el culto y las instalaciones, y los visitantes han crecido en número hasta desbordar todas las previsiones.
FUENTE: © asturias.com
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Esta gran formación de caliza se extiende aproximadamente 40 Km. de largo (este-oeste) y unos 20 Km. de ancho (norte-sur). Su constitución la obliga a someterse continuamente a la erosión exigente de la lluvia y las nieves, que hacen mella en su constitución y excavan profundas simas muy atractivas en el mundo de la espeleología. Algunas llegan a alcanzar los 1.400 metros de profundidad. Morfológicamente hablando encontramos en Los Picos de Europa tres macizos claramente diferenciados.
Los tres macizos: Cornión, Urrieles y Andara
El macizo occidental (El Cornión), el macizo central (Los Urrieles), y el macizo oriental (Andara). Quedan delimitados físicamente por los desfiladeros de los ríos salmoneros Sella, Cares, Duje y Deva. El macizo occidental, con su cota más alta, Peña Santa de Castilla (2.596 m.), es el más grande y más variado de los tres, y es particularmente apropiado para el senderismo. En este macizo están situados Los lagos de Enol y Ercina, y muy cerca el área de Buferrera, el centro de interpretación medioambiental del Parque Nacional de los Picos de Europa. La forma más sencilla de acercarse a él es desde la localidad de Covadonga, ascendiendo por una carretera local y sinuosa hasta los famosos lagos, 12 kilómetros más arriba, de donde parten un buen número de rutas recomendadas para todos los públicos. Conviene indicar que el final del verano y principios del otoño, así como la primavera suelen ser los mejores momentos para una caminata de este tipo, ya que ni es excesivo el calor ni la presencia de excursionistas.
El macizo central es él más deshabitado, en él encontramos el punto más alto de los tres macizos y del norte de España: Torre Cerredo (2,648m.) EL límite con el macizo occidental lo dibuja la famosa y espectacular ruta que discurre por el desfiladero del Cares. Bulnes el último pueblo de Asturias sin comunicación externa, también se encuentra en este macizo y siempre fue paso obligado para los alpinistas de camino al Picu Urriellu o Naranjo de Bulnes (2.519m), uno de los mayores retos para los escaladores nacionales e internacionales por sus extremas paredes verticales. El pueblo que da su nombre al singular Naranjo estuvo comunicado con el resto del concejo de Cabrales por un camino de mulas, pero recientemente fue inaugurado un tren funicular hasta el pueblo, acompañado de un buen número de polémicas, que venía a romper drásticamente el aislamiento de la aldea. El acceso al punto norte del desfiladero del Cares y Bulnes es vía Poncebos, a escasos kilómetros de la localidad de Arenas de Cabrales.
A la cara sur de los Picos de Europa se llega desde Potes, en Cantabria, y Posada de Valdeón, en León. Desde Potes se puede ir hasta Fuente Dé y coger el teleférico hasta una altitud de 1.800 m. En toda la zona ésta es la manera más fácil de ganar altura rápidamente para excursiones de un carácter más alpino. Posada de Valdeón está situada en el punto sur del desfiladero del Cares, después del pueblo de Caín.
La agencia S-cape Travel ubicada en Arenas de Cabrales ofrece en Picos de Europa viajes autoguiados de senderismo; travesías de 12 y 8 días, escapadas de 3 días y viajes para familias.
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FUENTE: © asturias.com
El queso de Gamoneu
Engánchate al sabor del Gamonéu
Su cuna gastronómica se sitúa en el mismo corazón del Parque Nacional de los Picos de Europa. El queso madura en cuevas naturales y conserva el aroma de la cultura pastoril previa, trashumante, que en primavera y verano busca los pastos de alta montaña para sus vacas autóctonas, casinas y carreñas, así como ovejas y cabras. De las tres leches, en perfecta armonía, y con el espíritu de fondo de las mismas cuevas, las vegas altas, y las majadas donde pasta el ganado, toma cuerpo y espíritu el Gamonéu, como se le conoce popularmente.
Toma su nombre de los lugares homónimos, uno en el concejo de Onís y otro en el de Cangas de Onís. El primero de los concejos es que el que mayor renombre ha alcanzado con aldeas de gran tradición en estas faenas lácteas, como Bobias, Silviella, Avín, Talaveru, El Castru, Demués…
Su elaboración artesana pasa por mezclar la leche del rebaño de los dos ordeños, mañana y tarde, obteniendo al día siguiente una cuajada ácida que después se tratará de desuerar en la mayor medida posible. Al cabo de varios días de presionar el queso para que pierda parte de su suero se espolvorea la pieza con sal gruesa y se coloca en estancias de madera donde permanecerá 10-15 días oreando y recibiendo el humo generado en el interior de la cabaña. A continuación el queso pasa a completar su proceso a las cuevas naturales de las montañas, donde permanecerá dos meses hasta que la corteza ligeramente ahumada con la entró se recubra en la cueva de un intenso velo mohoso de tonos rojizos, grises y verdosos, que ya nos abre el apetito al primer golpe de vista. La pasta se torna seca y quebradiza, con sabor ligeramente picante y desarrollado.
Su sabor auténtico, sin réplica en el mundo conocido, es fruto de una tradición esmerada que ha ido pasando de padres a hijos como uno de los conocimientos más apreciados de la familia. En el método de elaboración no interviene ningún producto ajeno a lo estrictamente natural, pues el «cuayu» que se emplea también es de este origen.
El Gamonéu suele degustarse en tacos no demasiado gordos pero alargados. Aquí te pillo aquí te mato: el queso se acompaña entonces de un poco de pan. Pero como viene siendo habitual en la cocina asturiana contemporánea su esencia se busca en cada vez más platos, y se consume en cremas y salsas de distintas recetas y como condimento espolvoreado para ensaladas. Esta versatilidad, propia de otros productos lácteos de la región, le convierten en un fiel exponente del gusto astur, siempre intenso y único.
Lo mejor para conocer el Gamonéu de primera mano es acudir a la propia zona, antes mencionada, inscrita además en el oriente de Asturias: la mancha quesera más importante de Europa según muchos expertos. En esta comarca, además, se trabaja desde hace tiempo en una divulgación in situ del propio producto. Aunque popularmente ya se conozca el camino que lleva a las queserías, se quiere promocionar turísticamente en una visita programada que incluiría diversos itinerarios, incluyendo los antiguos caminos de acceso a los pastos de altura. La iniciativa prevé también la visita a cabañas de los Picos de Europa, donde se elaboran los quesos más artesanos, así como a queserías industriales.
En segundo lugar se pretende que los centros de elaboración lleguen a convertirse en puntos de degustación y venta directa de quesos. La actuación estrella será la puesta en marcha de rutas que permitan la visita a queserías, a cabañas o majadas de pastores, de forma que se llegue a consolidar un nuevo producto turístico.
Aunque se trate de un proyecto usted ya puede adelantarse, no espere a que se lo señalicen las autoridades competentes, coja un mapa de carretera acérquese a Cangas o Benia y pregunte directamente por las queserías y los pastos. Recorra su paisaje e improvise un lugar para comer en el campo, un poco de Gamonéu, sidra o vino. Seguro que no necesita más que un interlocutor, o ninguno, para decir en voz alta «qué bueno está este queso» y tumbarse luego a la sombra de un haya. Contar hasta tres y respirar aire puro.
A día de hoy se elaboran más de 40 variedades de queso, algunas de las más conocidas y populares te las damos a conocer, si quieres descubrir algo más sobre los quesos de Asturias.
FUENTE: © asturias.com
La villa de Ribadesella
Siéntete libre
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Darse una vuelta por Ribadesella se convierte en un paseo muy denso y entretenido, con decenas de localizaciones de interés.
Partida en dos por el bello estuario del río Sella, las dos orillas urbanas de la localidad se comunican por un puente sobre la ría. En la zona Este se localiza el casco histórico y las calles centrales de la Gran Vía o Comercio, que confieren al trazado del pueblo un sentido amplio y ordenado y donde se encuentran buena parte de los locales comerciales y de ocio de Ribadesella. Uno de los puntos neurálgicos de esta parte de la villa se encuentra en las inmediaciones de La Plaza Nueva y la Plaza de la Iglesia, un espacio muy concurrido en verano y donde abundan las sidrerías, cafeterías y tiendas. El casco antiguo está peatonalizado y se extiende desde el coqueto parque de la Atalaya hasta su estribación más occidental en el barrio del Portiellu, uno de los núcleos poblaciones que dieron lugar a la villa misma y que marcaron su condición marinera.
El puerto de Ribadesella
La zona portuaria ha sido remodelada en la última década y combina ahora la presencia de redes y barcos de pescadores con su orientación como bulevar: paseo turístico y comercial al pie del ría. La propia desembocadura del sella ha sufrido una transformación en su uso; ha pasado de ser refugio exclusivo de embarcaciones pesqueras -como aún atestiguan los barcos y las lanchas de pesca, o la propia lonja de Pescado (La Rula)- a compartir sus aguas con los veleros de índole recreativo que atracan en los pantalanes de un nuevo puerto deportivo, levantado en la orilla contraria al muelle tradicional. El atractivo de esta zona del puerto se convierte en puro placer estético paseando por el popular Paseo de la Grúa, en el extremo oriental de la ría. Es este un recorrido muy recomendable que se trazó según las directrices arquitectónicas de la época de Carlos III y que resulta muy agradable para el paseo. Caminando por él obtenemos una buena panorámica del casco urbano principal de la villa, pero también de la orilla oeste, incluyendo hermosa Playa de Santa Marina.
En este paseo, el humorista Antonio Mingote ha dejado plasmada su mayor viñeta, en seis murales de cerámica que repasan la historia local. Los que popularmente se conocen como los Paneles de Mingote, son una auténtica obra de arte al aire libre que no debes perderte.
Recorremos el Paseo de la Grúa hasta su final y llegamos a un espacio amplio, con altos muros de contención, desde el que obtenemos una vista cercana del Mar Cantábrico. Sobre nosotros se levanta el Monte Corberu, un promontorio con vistas exclusivas. Desde la zona en la que nos encontramos podemos ascender a él fácilmente por unas escaleras. En lo alto se encuentra la Ermita de Guía, una pequeña capilla que es sede de la Virgen del mismo nombre, la patrona del gremio de los marineros desde tiempos antiguos. En el entorno de la ermita descubrimos cañones auténticos apuntando hacia el horizonte. Se trata de las armas que los antiguos riosellanos emplearon para protegerse de cualquier amenaza que llegará desde el mar, llámese piratas o conquistadores extranjeros.
Desde el monte de «Guía» obtenemos un mapa exacto de la villa, con sus dos partes claramente diferenciadas, su enorme playa, el amplio estuario y las cordilleras altas que cercan el pueblo por el sur, con su cota máxima localizada en el monte Mofrechu. En el extremo de la playa está el Monte Somos, que junto con el Corberu, en el que nos encontramos, dan a la desembocadura y a la playa un aspecto de concha. Si miramos más hacia abajo descubrimos los pedrales. La costa a los pies del acantilado es de rocas y cantos rodados.
Descendemos desde la capilla por una camino que discurre por el monte Corberu y que nos dejará en el casco antiguo de la Villa, concretamente en el parque de la Atalaya. Muy cerca encontramos la playa del mismo nombre, una de las dos zonas de baño más frecuentadas de Ribadesella. La Playa de la Atalaya es un pedral avanzado en su evolución y ha venido siendo tradicionalmente el «solarium» predilecto de los habitantes de esta zona. A derecha e izquierda, el pedral de la Atalaya se prolonga en más calas de piedra y zonas de baño privilegiadas, con piscinas y pozas naturales para disfrutar del mar en estado puro.
El casco antiguo de Ribadesella
Desde aquí, y reandando el sentido por el que llegamos al pedral, podemos adentrarnos en el casco histórico de la localidad. Se trata de un entorno restaurado y peatonal, con joyas arquitectónicas como la Casa de los Ardines, el Palacio de Prieto Cutre, actual edificio del Ayuntamiento, o la casona del Escudo, que entre otros inmuebles conceden a la zona un título merecido: «histórico artístico».
La iglesia parroquial de Santa María Magdalena, y su plaza contigua, en pleno casco antiguo, bien merece una visita por su singularidad estética y por las joyas pictóricas que guarda en su interior el propio templo. Destacan los cuatro enormes murales pintados al fresco por los hermanos Bernardo, Celestino y Antonio Uría Aza, situados en las cuatro caras que rematan el crucero y que son una clara alegoría contra todas las guerras.
El casco histórico también alberga el más antiguo «centro de compras» de Ribadesella, su mercado semanal de los miércoles, inaugurado junto a la villa misma en el siglo XIII. En él los pequeños productores de la comarca ofrecen al público las hortalizas del concejo, las frutas de temporada, «fabes», frutas de temporada, castañas, avellanas y nueces, quesos, dulces de manzana, «pantrucos» o harina de maíz, indispensable para los tortos fritos y para la consistente «borona», hecha al horno y rellena de embutidos. El mercado semanal es también un escaparate pa los puestos de ropa, utensilios diversos, antigüedades, floristerías, etc.
El conjunto Histórico Artístico presenta un trazado de corte medieval y deja entrever edificaciones con balcones en voladizo, galerías acristaladas, áticos con forma de buhardilla, fachadas con escudos nobiliarios y soportales, con edificaciones que datan de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX. El resto del casco urbano en esta orilla del Sella se extiende sobre una plataforma ganada a las aguas de la ría a lo largo de los últimos siglos, y la relativa modernidad de sus cimientos le ha permitido tener un trazado de calles con una gran sensación de amplitud, acorde con las normas urbanísticas de Carlos III, bajo cuyo reinado se acometió el ensanche de la villa y puerto.
En en el ensanche contemporáneo descubrimos edificios sobrios y sólidos de planta cuadrada del siglo XIX que se combinan con otros de construcción más reciente.
La playa de Ribadesella
Al otro lado de la ría, tras cruzar el puente, accedemos al Arenal de Santa Marina. Aquí en el año 1907 la marquesa de Argüelles puso en marcha una singular urbanización. Las lujosas residencias y los hoteles que hoy día podemos observar en esta parte de Ribadesella son una herencia de las construcciones de aristócratas e indianos como la más citada de Villa Rosario, actualmente hotel. Justo en esta orilla del Sella, al pie de la Playa, parte de la burguesía de la época encontró un entorno balneárico apropiado para los baños de sol y de mar, y un lugar perfecto donde residir en largas estancias estivales. En esta zona urbanizada se entremezclan nuevas edificaciones con las muestras constructivas modernistas de principios del siglo XX. Caminar por el paseo de la playa es un ejercicio válido en cualquier época del año.
En su vertiente oriental, la playa de Santa Marina concluye en la llamada Punta del Arenal, donde la ría del Sella toma su última curva antes de desembocar al mar. Este puntal era antiguamente un territorio mucho más vasto, zona de dunas, varadero de lanchas y solar de industrias balleneras. La posterior urbanización de la zona conocida hoy como «La punta» fue cambiando el uso de esta zona y su fisonomía.
Los atractivos de la orilla Oeste del Sella son más que la propia playa y sus joyas arquitectónicas. Muy cerca se encuentran las cuevas de Tito Bustillo y el macizo de Ardines, un entorno de asentamientos paleolíticos con numerosas muestras de arte rupestre magdaleniense que lo convierten en uno de los santuarios prehistóricos del mundo. Para saber más sobre Tito Bustillo.
En la cima del propio macizo de Ardines encontramos además otro estupendo mirador de la villa. Tomando la N-632 dirección Gijón, y apenas abandonado el casco urbano ascendemos por la AS-341 en dirección a la aldea del Carmen. Tras 100 metros recorridos abandonamos esta carretera para continuar a la izquierda en dirección al área recreativa de la Moría. Esta planicie es un lugar de recreo muy frecuentado con el buen tiempo y una atalaya única para disfrutar de la vista del pueblo. La panorámica es amplia: Ribadesella y su puerto, la bahía y desembocadura del Sella, la ermita de Guía, la playa de Santa Marina… También descubrimos el extenso parque natural del Malecón, una marisma alargada que delimita al Sur el paseo de la Playa. El Malecón alberga un gran valor ecológico y es un lugar de paso para las aves migratorias. Se puede descubrir su fauna y flora paseando por el propio parque. Existe una via asfaltada y una serie de pasarelas y torretas para verlo todo muy de cerca.
Si nos decidimos por subir al Monte Somos, ascendiendo una estrecha carretera que parte justo en el límite occidental de la playa, descubrimos también una vista inmejorable de la playa y descubrimos que el pueblo aún continúa hacia el oeste en extensas urbanizaciones que se vienen construyendo desde los años 80. Justo en este extremo occidental encontramos también el paseo de la Punta el Pozu, que bordea el monte Somos en su zona baja y que pone límite a la playa. Al final del mismo nos deleitaremos con la presencia cercana del mar y los acantilados próximos en los que además encontramos, justo al final del paseo, huellas de dinosaurio en lajas verticales que se forman parte de la costa jurásica asturiana.
La ría del Sella
Aún podemos disfrutar de un paseo más si volvemos a cruzar el puente en dirección al casco urbano y tomamos hacia la derecha una vez que concluye. Desde el mismo podio del Descenso Internacional parte el paseo de Los Vencedores del Sella, que discurre junto al río hasta el barrio del Cobayu y que continúa más allá. Este paseo nos descubre al final el área natural de la Mediana. Frente a nosotros se extiende un vasto territorio llano, una joya fluvial, fértil y hermosa que ha sido declarada recientemente entorno protegido y que quizás en un futuro cercano cuente con lo necesario para garantizar un paseo a pie, uno más de los muchos que Ribadesella proporciona a sus habitantes y turistas y que la convierte en una de las villas con más perspectivas de sí misma.
FUENTE: © asturias.com
La villa de Llanes
Déjate llevar por las calles de Llanes
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Dentro del núcleo urbano de Llanes se recorta la Playa del Sablón, una cala coqueta, limpia y protegida, por encima de la cual discurre un largo paseo por el acantilado. El inolvidable Paseo de San Pedro se acerca al kilómetro de recorrido. Se trata de un sendero allanado y fértil desde el que se descubre la realidad de la villa, una llanera (dicen que posiblemente de ahí le viene su nombre) entre el mar y la montaña.
Nos adentramos en el casco urbano, perdemos la perspectiva de conjunto pero la ganamos en detalles. Las callejuelas del casco antiguo, en las que prolifera la actividad comercial de la villa, dan lugar a un circuito caprichoso cargado de motivos y empedrados en los que se inscriben una arquitectura a medida, de proporciones justas y respetuosas con un urbanismo mimado.
Llegamos a la ría, mínima y singular, adentrándose con sus lanchas y sus redes en el centro neurálgico de la sociedad llanisca. Desde aquí hasta el mar abierto nos espera un paseo de solera marinera y trajín acuático.
En el tramo incial esperan los botes y las gaviotas, los reflejos de la villa que abraza su ría con fuerza en un calado menor.
El agua y la tierra buscan más profundidad un poco más al norte, camino de un puerto moderno, restaurado y protegido por una férrea escollera reciente. Desde estos muros últimos de la villa marinera, vuelve a resurgir esa estupenda estampa de una costa infinitamente verde y azul que ya habíamos descubierto en nuestra primera ruta por el paseo de San Pedro. Y justo en este sitio vemos ya de cerca aquellos colores que adivinábamos desde más alto. Son los colores atrevidos de los Cubos de la Memoria, que el pintor vasco Ibarrola empleó para rescatar la escollera de su existencia gris y convertirlos en lienzo inmenso de tres dimensiones.
Arquitectura de Llanes: medieval, barroca, indiana…
Las huellas del medievo proliferan en el casco antiguo. De ello deja constancia el recinto amurallado, un cercado defensivo que comenzó a construirse como consecuencia de la Carta Puebla otorgada por Alfonso XII a la villa en el primer tercio del siglo XIII. Se conservan en buen estado el paño norte y otros restos dispersos en distintas periferias del casco histórico.
En algún caso, la muralla se ha fundido con construcciones más recientes, edificios bajos pero altaneros, de galerías curtidas por el salitre y alma de pesca. En el núcleo de la historia también encontramos el Torreón, sólido y esquemático símbolo del pasado que hoy acoge la Oficina de Turismo.
El resto de Llanes muestra muestras excelentes del paso de los siglos hasta la actualidad. Existen prácticamente detalles de todas las épocas. Apenas hay década en falso. Edificios renacentistas, inmuebles marineros como la Casa de la Ballena, lugar este último donde se reunía el gremio de mareantes y que hoy se ha rehabilitado para dar paso a una sugerente «Aula del Mar»; palacios y palacetes barrocos, una basílica gótica, un puñado de capillas, un casino modernista, y un goteo incesante de la denominada arquitectura de Indianos que encuentra en Llanes su verdadero sentido y las muestras más sorprendentes y numerosas, con jardines de ensueño y galerías acristaladas.
FUENTE: © asturias.com
Las playas de Llanes
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A lo largo de los 35 kilómetros costeros de Llanes, aguardan una inusual densidad de aldeas, y una arenosa rutina con calas estadísticamente probables cada mil metros.
En calas como la de Buelna, en la esquina más oriental de la costa llanisca, o la de «Gulpiyuri», cercana a la céntrica aldea de Naves, el mar es casi un error. Esta última ha sido declarada monumento natural. Si el bañista acude en bajamar no encontrará más que un rastro de arena cercado por peñas. Pero sube la marea y por los resquicios de su cercado natural entra sigilosamente al agua hasta convertir el arenal en una piscina exótica en plena pradera.
La longitud de las playas varía de los 20 metros de la de Villanueva, hasta los 1200 de San Antolín. El gran grueso pueden llamarse calas estrictamente, y no superan los 150 metros de longitud, si bien nos las encontramos también mayores, como la de Vidiago de 200 metros, Toró: 220, Andrín: 240, Barro: 250 (una de las más concurridas en verano), Toranda (bandera azul europea): 300, Ballota: 350, Cue: 380, Palombina: 300, Borizu: 400, Torimbia (para los practicantes del nudismo, de extraordinaria belleza): 500, EL Portiello de San Martín: 750.
En su mayoría resultan rincones inolvidables, con escasas huellas de urbanización directa en la costa, playas de una estética casi virgen que desde aquí emplazamos a disfrutar con respeto y sentido ecológico. También conviene respetar los turnos de las estaciones y no disfrutarlas estrictamente en julio y agosto, cuando algunas de ellas presentan una gran afluencia. Las playas de Llanes son un escenario privilegiado para un paseo reconfortante casi en cualquier mes del año.
Los islotes y los castros suelen ser frecuentes, y destaca en este sentido la playa de Andrín con un enorme castro equidistante del arco de la playa que hace las delicias de los que la contemplan desde las alturas.
Playa de Barro
Playa de Borizu
Playa de Cuevas del Mar
Playa de Gulpiyuri
Playa del Sablón
Playa de Torimbia
Encajadas como se encuentran en pequeños rotos de los acantilados, las playas llaniscas suelen convivir también con enormes formaciones geológicas erosionadas que crean puentes naturales y escenas inusuales en otras costas. Destaca en este sentido la playa de Cuevas del Mar, de fantástica belleza por las oquedades que presentan las rocas por doquier. Está situada en la bella aldea de Nueva de Llanes.
Aunque a estas alturas resulte de perogrullo, el grano de la arena de estas playas es blanco, en algunos casos blanquísimo, y fino, finísimo donde más ha batido el mar. Las condiciones del baño suelen ser propias de aguas tranquilas en temporada estival, aunque tampoco es una verdad absoluta más que para las calas muy recogidas en sí mismas. En la mayoría de las playas, las que presentan una concurrencia alta o media, existe personal de socorrismo y vigilancia.
Si quieres disfrutar de la costa llanisca, puedes alquilar una bicis y hacer la senda costera, o alquilar el equipo para hacer standup paddel. Dos maneras de descubrir todos los rincones. Horizonte Asturias te lo pone fácil.
La accesibilidad es casi siempre buena. A la mitad de ellas se puede acercar uno en coche, llegar a la otra mitad supone sin embargo un pequeño ejercicio de caminante. En algunos casos extremos el acceso resulta un tanto difícil o tortuoso. Aunque éstos se cuentan con los dedos de una mano.
Al extremo de las playas más recónditas y escondidas se opone en este caso una decena de playas que por su cercanía al nucleo urbano de la capital del municipio, o también a villas cercanas de gran tradición turística, como Celorio, Miembro o Poo, gozan de un magnífico ambiente en temporada estival. La playa de esta última localidad es excelente para el baño de los más pequeños, ya que con marea alta más parece una piscina infinita que un trozo del mar Cantábrico.
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